La tecnología actual también nos permite enviar sondas a otros planetas y satélites del sistema solar con el fin de analizar la presencia de vida en el pasado o buscar indicios de formas de vida en otros exoplanetas, es decir, en mundos que orbitan otras estrellas. De ello se habló en el diálogo La vida en otros mundos: Marte, Venus y ciencia ficción, con la astrobióloga Sarah Walker, el bioquímico Juli Peretó, la astrofísica Cristina Cifra, el astrofísico Guillermo Anglada y el físico experto en sistemas complejos Ricard Solé, y en la mesa redonda Exoplanetas, buscando otros mundos, con el astronauta Ellen S. Baker, el astrofísico Ignasi Ribas y la física y divulgadora Sonia Fernández-Vidal.

El conocimiento acumulado en las últimas décadas abre la posibilidad de enviar misiones tripuladas al planeta Marte e, incluso, asentar colonias en su superficie o en la de la Luna. Esto hace pensar que, en un contexto de una población humana que crece imparable y que a estas alturas necesita más de un planeta para satisfacer todas sus necesidades y comodidades, ¿un planeta B podría ser una alternativa? Aunque se nos haya hecho pequeña, la Tierra es nuestra casa y no tenemos otra igual. Las dificultades de habitar un planeta como Marte o establecer colonias en la Luna reflejan los 4000 millones de años de evolución geológica y biológica que han dado lugar a una biodiversidad adaptada a las condiciones de nuestro planeta y no a las de otro . En este sentido, el conocimiento científico y tecnológico también nos deben permitir conciliar la vida en la Tierra de todas las especies (incluida la nuestra).

Precisamente, nuestra relación con las otras especies fue objeto del debate Especies compañeras, entre las filósofas Donna Haraway y Vinciane Despret. Asimismo, en la mesa redonda Una actitud respetuosa ergo un océano sostenible, los expertos y expertas en ciencias del mar Isabel Cacho, Lydia Chaparro, José Luis Pelegrí y Federico Mayor Zaragoza analizaron el impacto de nuestras acciones en la biodiversidad y ecología del medio más extenso del planeta, el marino. Incluso, los desequilibrios dentro de nuestra propia especie se debatieron desde la perspectiva paleocientífica en el diálogo La ciencia de la desigualdad, con el economista Sam Bowles y el experto en paleogenética Carles Lalueza-Fox.

En las soluciones aportadas en las diferentes actividades, también se destacaron algunas que se pueden adoptar desde perspectivas social y urbanística, tal como se puso de manifiesto en la mesa redonda ¿El sorteo como solución a la crisis climática?, con los politólogos Yves Sintmoer y Graham Smith,y el debate Gemelos digitales en ciudades: una réplica virtual de redes urbanas,con el matemático Mirko Degli eSposti, el físico José María Martorell y el experto en datos Fernando Cucchietti.

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